acaricia el horizonte de tu cuerpo
         
         
         
               
         y la brisa se esconde 
         
         
         
               
         a dormir en la penumbra de las dunas,
         
         
         
               
         poco antes de que lo oscuro 
         
         
         
               
         te acune y te proteja, 
         
         
         
               
         en el mágico intervalo de minutos 
         
         
         
               
         en que el día se viste 
         
         
         
               
         con el negro hondo de la noche, 
         
         
         
               
         entonces, mi mar, entonces, 
         
         
         
               
         me sobran las palabras 
         
         
         
               
         y me hago de espuma y de salitre...
         
         
         
               
         Entonces, 
         
         
               
         tus murmullos monocordes y constantes
         
         
         
               
         son todo lo que quiero y lo que mamo:
         
         
         
               
         y sé que soy, 
         
         
         
               
         y sé que siento, 
         
         
         
               
         y sé que vivo 
         
         
         
               
         en un maridaje secreto y relajado 
         
         
         
               
         con historias de marinos y de peces
         
         
         
               
         que juntan magia en tus orillas. 
         
         
         
               
         Entonces, 
         
         
               
         desde esta orilla que me dieron 
         
         
         
               
         con fortuna y sin angustias, 
         
         
         
               
         dejo llorar los sentimientos 
         
         
         
               
         que me hermanan con el mundo 
         
         
         
               
         impotente y revanchista, 
         
         
         
               
         plácido y rencoroso, 
         
         
         
               
         ofendido, 
         
         
               
         soñador, 
         
         
               
         esperanzado...
                    
         LUIS E. PRIETO
         
         
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